lunes, 10 de octubre de 2011

Decir te quiero. Decir te amo.



No pretendía encontrarte. No tenía la intención de aprender nada. No quería volver a tener sensaciones ni en el cuerpo ni en el corazón. Y llegaron.

No buscaba el amor. En realidad lo había buscado durante tanto tiempo sin resultados que estaba cansada. Tal vez (según mi propia forma de ver el amor, hasta hoy) muchos amores se me escaparon porque no los vi... Porque los condicionaba a mis reglas... Porque no los dejaba fluir... Y Sólo buscaba un buen rato de sexo.

Pero encontré amor. O me encontró. Quién sabe.

Yo quería un cuerpo que me diera un momento de calor. Y encontré un alma que me dió luz.

Buscaba silencio. Y encontré mil preguntas para entretenerme buscándole respuestas.

Buscaba un abrazo. Y encontré cien mil interminables abrazos cálidos y largos.

Tenía ganas de encontrar a la muerte. Me sentía cansada, abatida, triste, inutil.... Y en lugar de eso, fui llevada a un paraíso.

Te busqué para calmar mi sed de un hombre. Y calmaste la sed que tenia de amor.

¿Se puede querer desde el principio? ¿Se puede amar de pronto?...

Ha caído a tierra fértil hoy una semilla de un gran árbol. Ese árbol puede crecer fuerte, grande, y pasar miles de años en el planeta, dando sobra a quien lo necesite, siendo el hogar de algunos animales.... Todo depende de como se cuide la semilla, y se proteja la planta cuando nazca.....

Y quiero verla crecer.


No estaba buscando.

Pero encontré.

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