jueves, 27 de octubre de 2011

La Flor y La Fábula.....



Mientras más cerca estás del temporal... Más furioso sopla el viento....

Parece que estás frente a mí. Tú sabes lo que estoy pensando. Quiero poner mi mano en la piel de tu pecho... Y conocer los lugares ocultos por la ropa, que mis ojos no alcanzan a desnudar. Tú sabes lo que estoy pensando... Puedo transmitirte mis deseos con la mirada, absolutamente sin ninguna palabra...

Mis dedos te gritan mi deseo... Mis ojos se incendian. Mis labios se secan mientras estás frente a mí... Y los humedezco con la lengua.... Mis manos tocan mi cabello... Mi cuello.... Mi pecho.... No puedo evitarlo... Sé que tu lo sabes....

Y me observas sereno desde tu lugar. Satisfecho de lo que estás provocando...

Si doy un paso al frente puedo sentir el aroma de tu piel. Tu piel que se abre con el calor del dia... toda para mí...
... Y mis labios parecen hacerse agua queriendo probar solo un centímetro de esa piel...

Y lo disfrutas... Y retrocedes...

Y es que mientras más desinterés muestres en el potro salvaje... Más curiosidad tendrá él y se acercará....

Moriría por acariciar la piel de tus brazos, sin despegar mis ojos de la inmensidad de los tuyos... Por desabotonar sin ningun respeto uno a uno los botones de tu camisa... reemplazando cada botón y disculpando cada falta de respeto con un beso cada vez que desabotone alguno.... Y es que en mi fuente inagotable de deseo, con la espera, se están revolviendo grandes dosis de candidéz, de locura, de fuego y de dulzura... No sé qué receta pretendes cocinar en el interior de mí... Inevitablemente me dejo manejar como una muñeca sin voluntad.... y voy al lugar donde tú quieras que yo vaya.

Porque mientras más paciencia tenga el agricultor y más trabajo invierta... más frutos dará el árbol...

Y mientras me revuelco en mi repentina pasión, consumiéndome a mi misma mientras escucho esta canción y recuerdo tu mirada y tu sonrisa... voy deseando cada uno de los rincones tuyos que no conozco y que me imagino. Jugaría a seducirte si te tuviera en frente... Prisionero de mí, te convertiría en mi ropa, durante toda la noche.

Parece que estás frente a mí. Pero no estás. Sigue aumentando el caudal de las aguas de esta pasión que iniciaste con unas nueces, y con unas hojas...

Porque mientras más precavido sea el cazador.... Más confiada llegará a él su presa....


Tú y yo un ramo de imágenes
tú y yo una simple fórmula
caminan las hadas de aquí para allá
Tu y yo un nido de pajaros
tu y yo llegando en silencio
Tú y yo se forma una página
Tú y yo haciendo una fabula
Tú y yo jugamos a un verso
sin comas ni reglas
Sin tiempos ni acentos
Dejamos la noche crecer
Comienzan los besos
Hacer un intento
la luna es más grande que ayer
Se hunden mis manos a cada momento
Me encuentro una flor eres tú
Me siento tan cerca, te siento tan dentro
Te miro en un rayo de luz
Tú y yo la flor y la fabula
Tú y yo el nido de un águila
Tú y yo una simple fórmula
Tú y yo la luz ha nacido ya
Tú y yo el sol viene entrando
Deslizas tus pasos y el día se queda
Testigo de lo que paso
Después tu sonrisa mirando el espejo
Recuerdas tu primer amor
Es una aventura rozar tu rodilla
Estoy acercándome a ti
Te entregas y olvidas tirado en el suelo
Un verso que hiciste de mí
Tú y yo la flor y la fabula
Tú y yo el nido de un águila
Tú y yo una simple fórmula
Es una aventura rozar tu rodilla
Estoy acercándome a ti
Te entregas y olvidas tirado en el suelo
Un verso que hiciste de mí

Tú solamente... el amor... solo tú…


domingo, 23 de octubre de 2011

La Amante del Pintor



Tenían vidas diferentes. Repartidas en el interior de la diversidad de una ciudad gris. Trabajaban separados geográfica y profesionalmente. Se veían distintos. Tenían ojos de otro color, cabello de otro color y piel de otro color. Él era todo un hombre, y ella toda una mujer. Hablaban diferente y les gustaban distintas cosas. Así, tan separados y tan diferentes, en realidad er muy difícil que se conocieran.

Vivían vidas diferentes. Tenían historias diferentes para contar. Habían aprendido cosas distintas de las personas y de la vida, y la miraban con un cristal modelado por las circunstancias, cada uno de ellos. Sus horarios eran diferentes y sus prioridades también. Soñaban cosas distintas cuando dormían. Comían cosas distintas todos los días. Dormían en lados diferentes de camas separadas, en casas aparte, en comunas distintas y en diversos horarios. Uno se dormia mas tarde.... el otro se despertaba más temprano.... En realidad era un poco imposible que algún día El Pintor se topara con La Amante... Por lo menos en esta vida.

Pero ese día "El Destino" estaba aburrido y tenía ganas de jugar. Cuando Dios no está mirando porque tiene cosas importantes que hacer y El Destino se siente aburrido, se pone a hacer travesuras. Así fue como El Pintor conoció a La Amante..... Fue una travesura de El Destino.

El Pintor vivía solo sumido en sus lienzos. Quería pintar un cuadro que no lograba visualizar. Era un solitario hombre encantador, escondido entre medio de las paredes de su habitación clara, iluminada por un gran ventanal, en un tercer piso de algún departamento de la ciudad. Y como vivía en los cielos, su mente estaba siempre volando en los cielos buscando un motor para comenzar a crear. Su mente no tenia descanso, la sed de su creación no encontraba remansos que la saciaran. Era un artista incansable.

La Amante vivía rodeada de los suyos. Amada por su familia, en una casa construída hace muchos años al sur de la ciudad. Una casa fuerte como de roca, rodeada de flores, árboles, y verdor. Por la mañana cantaban en la ventana de La Amante los zorzales y los gorriones, avisandole que despuntaba el alba y había que despertar. Era un pájaro más la Amante. Desde pequeña cantaba y tocaba algunos instrumentos. Parecia la musa de una pintura de la edad media.... Pieles blancas como la harina, escasos pechos y generosas carnes. El cabello claro largo y rizado que caía por la espalda. Y el rostro que parecía sacado de cualquier película de los años '20, con rojos labios dibujados y una verde mirada nostálgica. Disfrutaba ella de las cosas simples del mundo... caminar bajo la lluvia.... pisar las hojas secas.... sentir la brisa del mar... Gozaba su alma con cosas que no las compra el dinero. Se movía con gracia y tenía ademanes femeninos. La Amante era una mujer sensual aunque no lo sabía (al principio)... Era la absoluta dueña del arma femenina de la sensualidad, letal para cualquier hombre... Pero no le interesaba. La Amante era una partícula de luz que irradiaba el sol en la tierra.

El Pintor había luchado en varias guerras, y las había ganado. Pero estaba aun en batalla. Y La Amante se habia rendido y retirado de la suya propia.

Ese día que El Destino juntó los caminos de ambos, el sol dejó de arder y el viento de soplar. Las copas de los aroles dejaron de moverse por un instante. Estaban uno frente al otro y ninguno de los dos podía entenderse. Pero tampoco podian evitarse.

Como una gacela que bajaba la montaña graciosamente, La Amante se detuvo frente al Pintor observandolo con atención. Una piel tan diferente, un cabello tan distinto, una mirada tan inquisidora. Una sonrisa tan ultrajante. La Amante era literalmente violada cada vez que El Pintor le sonreia.... Y le gustaba. Despertaba en ella la poderosa y peligrosa curiosidad que se despierta en los animales cuando conocen algo que nunca antes vieron. Quería saberlo todo del Pintor. Quería más. Así que se abandonó en esa encomienda.

Nadie supo lo que al Pintor le llamó la atención de La Amante, pero también se quedó. En realidad El Pintor solo hablaba con sus lienzos. Así que era complicado saber en qué estaba pensando.

Cuando se veían nuevamente (esto no pasaba muy a menudo) sus pieles desnudas tan diferentes se juntaban. Y los fuegos de distintas fuentes y de diferentes colores, se unificaban. Es encantador cerrar los ojos e imaginar las manos morenas del Pintor, con sus dedos largos y gruesos, paseando libres por entre las blancas y pálidas carnes generosas de las caderas de La Amante.... Y la hermosa boca roja de ella besando con esmero y dedicación la formada silueta morena de El Pintor. Era como una sinfonía. Ella era el arpa tocada cuerda por cuerda por el músico. Él era el violoncelo prisionero entre las piernas de ella, dejándose exprimir nota por nota al compás del roce de sus minúsculos pechos femeninos...

Así se amaban. Y así se deseaban.

Dios cuando se desocupó y vió la travesura Del Destino, no vió maldad en este hecho. Así que no separó los caminos. Y plantó en cada uno, Amante y Pintor, una semilla.

Tampoco nadie supo con exactitud la semilla de qué era... Ni cómo ni cuándo germinaría. Pero toda semilla tiene dos destinos: crecer o morir. Nadie les dijo si la semilla debía ser cuidada con el fuego de la pasión o con el frío de la distancia... Eso debían averiguarlo ellos mismos.

Cada uno siguió sus caminos tan diferentes. A veces (eso sí) tomaban atajos y se volvían a encontrar... Pero nunca estaban juntos mucho tiempo.

Y el concepto amante que he usado en esta entrada es, precisamente, el correcto. Porque ambos eran libres: El era un caballo suelto que corría libre por las ilimitadas superficies de la tierra, y ella era una partícula de viento que viajaba donde su mente lo deseara... Ninguno tenía a nadie a quién rendir cuentas. Y eran amantes porque se amaban, y porque compartían breves momentos de amor en medio de la brava marea de la vida.

Cuando las copas de los árboles dejen de moverse, y parece que la hora no avanza... Y la tarde se vuelve de pronto demasiado anaranjada... Es porque La Amante y El Pintor se han vuelto a encontrar....

viernes, 21 de octubre de 2011

El breve Romance del Pescador y la Mar.




No sé si este cuento tendrá alguna fábula. En realidad sólo lo contaré por el gusto que me provoca contarlo.

Era un pescador humilde que decidió pescar en las aguas de Valparaíso. ¿Qué fue a pescar? Pueden ser muchas cosas.... Ilusiones, oportunidades... sonrisas.... Momentos de Felicidad... Y a pesar de no ser Porteño, Hijo del "Pancho" desde nacimiento, Valparaíso lo adoptó como su hijo amado por todos los años que le quedaron de vida.

Este pescador era alto y flaco. Tan flaco que las altas tormentas se lo podrían haber llevado tranquilamente pero como la mar lo amaba... eso nunca pasó. Sus enormes ojos café parece que escondían un millón de atardeceres anaranjados. Tenía la piel blanca, como las arenas de las playas donde pescaba. Y la nieve ya se había apoderado de gran parte de su cabello y del pelo que cubría su cuerpo. Su mirada era dulce, tierna. Su conversación era pacífica y amena. Sabía escuchar.

Todas las tardes recorría sobre sus pies los ondeantes cerros Porteños. Conocía cada rincón de la ciudad, cada escondrijo. Y a todos esos rincones grises, solitarios e incluso malolientes, el Pescador le encontraba un atractivo que sólo sus enormes ojos podían ver. Y es que sus ojos podían ver la belleza en los lugares más insólitos. Así era este Pescador. Tenía "El Don".... ése Don tan perdido entre los hombres, de ver "más allá"....

Cuando bajaba a la playa para montar su barcaza, La Mar, que era enorme, azul, fértil, generosa y caprichosa; sentía gran curiosidad por El Pescador. A Ella le gustaba que recorriera sus dominios en ese pequeño barquito de palos.... Dicen, incluso, que por donde El Pescador navegara, siempre La Mar estaba calma.

Su Barquito siempre regresaba a la orilla vacío. Pero él siempre estaba contento. La gente lo observaba y no lo entendía.... ¿Para qué se arrimaba de madrugada a La Mar si La Mar nunca le entregaba sus frutos?... Pero El no buscaba ni pescados ni algas. Su Barcaza volvía llena de lo que nadie más podía ver... porque nadie más tenía "El Don"....

...Desde Mar Adentro, el Pescador pescaba grandes cantidades de Calma. La Calma, algo tan escaso en tierra firme, abunda y es generosa mar adentro. También se echaba al Barquito una buena dosis de atardeceres románticos para regalarle a las damas solitarias que se lo pidieran... Una por cada tarde. Amor a destajo sacaba del fondo del mar, y de la inmensidad de la superficie..... Colocaba en sus redes a Dios. Luego lo llevaba a la orilla, y se lo regalaba a todo quien quisiera recibirlo.

Nunca esperó nada. Nunca pidió nada. Era el único ser humano que en esos tiempos se detenía a observar y no simplemente a mirar.

Tenía un don este Pescador.... Indudablemente....

No se le conoció esposa: su esposa era La Mar. Y sus hijos eran todas las criaturas de las que la gente de Valparaíso de alimenta. Porque La Mar le regalaba al Pescador el alimento para el alma de los porteños. Pero el Pescador fecundaba a La Mar cada vez que la amaba con el alimento para el cuerpo.

Nadie sabe lo que pasó con El Pescador... Unos dicen que se transformó en una estrella fugaz y voló hacia otro lugar. A él le gustaba ser una estrella fugaz... Otros dicen que se convirtió en arenas para ser acariciado por La Mar a cada ola que revienta. Yo, la verdad... no sabría decir donde está....

... Pero sí tengo la certeza, y puedo dar fe de que esos enormes ojos cafe que alguna tarde de mis soledades me miraron, tenían algo mágico en su interior... que no sabría explicar.... Como diez mil atardeceres románticos encerrados!!!... Y cada sonrisa era como la luna bañándose en las mareas.... Y es que sus ojos tenían algo particular..... Una luz. Un brillo. La simpleza. Transparencia.

¿Quién dijo que no se puede amar sólo una noche?

El pescador, sin lugar a dudas... tenía "El Don...".....


La Zorra



Allá vas, con tu presa,
buscando el mejor refugio
donde esconder tu pecado
y encontrar un subterfugio...
Y aunque no tiene disculpa
tu gran mentira inconfesa......
.... A ti todo hay que disculparte:
está en tu naturaleza...

Y allá vas, frente a las miradas de todos
heroína regresando de la cacería.
No te importó si tenia a quién amar,
sólo te importaba el hambre que sentías...
Incapáz de mirar otra cosa
que no sea tu propia vanidad:
.. no tienes disculpa, pero hay que disculparte...
Sólo eres una zorra, nada más...

Acechas atenta desde tu madriguera
observando a quien más te puedes comer...
... Y entre celo y celo vas eligiendo
al pobre zorro a quien le rifarás tu querer...
No te importa si tuvo antes otro cariño
ni te importa ahora el amor que te profesa...
...Solo te importa calmar tu sexo
y, después de todo... ¡Esa es tu naturaleza!...

Y mientras los pequeños cachorritos
aprenden de la vida a puras adivinanzas
Tú andas buscando más aventuras
que con lo que tienes, no te alcanza...
Y anidas en uno y otro y otro nido
fingiendo la dulzura de una cachorra...
Pero a mi no me engañas: yo puedo desnudarte
no eres más que una zorra,

Una pobre zorra solitaria
escondida entre medio de los bosques
que va mendigando el cariño de cualquier ser
que se crea su mentira y la adopte:
pero no tienes la lealtad de una perra
porque eres zorra: desleal y traicionera,
Mas... Hay que disculparte todos esos detalles
porque, finalmente... está en tu naturaleza...

martes, 18 de octubre de 2011

La Juana Letelier



La más linda de todas
los ojos más brillantes... la más blanca piel.
El pelo más sedoso:
Se llamaba Juana Letelier.

Soñaba con el amor
y su familia formar
pensaba que un buen hombre
un día la iba a amar.

Y entre los jovencitos
que Juana conoció
uno le propuso ser su novio
y Juana felíz aceptó.

Pero corrido un tiempo
el amor del novio murió,
se puso frío y distante
y Juana se desencantó.

Juana quiso conversarlo
y al novio enfrentó...
este se paró al frente
y con soltura expresó:


"Eres tú la diferente
siempre he sido igual yo.
Mejor sigamos otros caminos
si no me quieres como soy".


Juana buscaba el amor de un hombre
que la quisiera así, tal cual.
Pero todo aquel que ella besaba
respondía siempre igual:

"Eres una flor tan bella
que no te merezco como mujer.
Encontrarás seguro a alguien
que valore todo ese querer..."


Entonces con el corazón partido
y muy herida su voluntad
Juana volvía a empezar de cero
y a buscar corazón a quien amar.

Pero ya no quería sólo besos
ahora queria tocar.
Tal vez si cedía un poco
mejor la iban a apreciar.

Y regalando caricias
dulces como miel de un panal
recibia esta respuesta
una y otra vez, sin cesar:

"Tu dulzura y candidez
son más de lo que pude imaginar.
No quiero hacerte daño, Mi Pequeña.
Ya encontrarás a quien amar".


Entonces la triste Juana
no sabía qué entregar.
No quería estar más sola
tanto amor se le iba a secar.

Y siguió conociendo hombres
de distinta raza y distinta edad.
Probó tantos besos y tantos abrazos,
sintió el sabor del azúcar y de la sal.

Y en esos caminos un día
encontró un distinguido señor...
tan prestante parecía,
tan elegante y encantador...

Y comenzaron a frecuentarse
la bella Juana y el apuesto Doctor.
el corazón de la niña se aceleraba
cada vez que oía su voz.

La dulce última noche que se vieron
sobre rosas hicieron el amor.
Cuando reposaban con abrazos sus cuerpos
le dijo a Juana el Doctor...

..."Que maravilla he encontrado
entre tus brazos, amor.
Pero tengo esposa, soy casado
olvide antes decírtelo..."


Y Juana sintiéndose sucia
del motel corriendo salió...
Si no eran besos, ni abrazos, ni sexo...
¿Cómo encontraría el amor?

Y a su vida llegó un poeta
que trabajaba para el amor
había escrito cientos de versos
y guardaba alguna desilusión....

Y después de que en la piel de Juana
escribiera unos versos con su sudor
se fue de su lado dejando un papel
que al amanecer Juana leyó:

"No hay Sirena más preciosa
ni besé labios más dulces que los tuyos.
Pero soy Gaviota que vuela libre
no puedo aceptar el amor suyo...."


Pasaron muchos meses
en los que con todos se acostó.
Queria aprender cómo se hacía
lo que al primero tanto le gustó.

De vez en cuando le interesaba
uno que otro señor....
...Pero siempre era la misma cantaleta...
"No eres tú... Soy yo..."...

Y en todos los rostros de sus amantes
Juana veia nacer el amor.
Se desilusionaba más temprano que tarde
y así, de a poco, su fuego se extingió.

Ya no creía en nadie,
era como una sombra en la ciudad.
Los hombres eran como entes torpes
que la miraban pero no la sabían observar.

Y cansada de tanto buscar
se sintió agobiada y escapó.
Quiso respirar fresco y viajó al mar
frente al que toda la tarde lloró.

No se dió cuenta, por estar triste,
que atrás habia un señor
que la miraba insistentemente
apiadado de ver tanto dolor...

Quiso Juana juntar sus lágrimas
con las aguas del inmenso mar
y hacia las mareas, de pronto
se lanzó a caminar.

Desapareció entre las olas
y al océano abrazó...
...Nadie pudo sujetarla
y en la mar, se ahogó.

Y el Señor que la miraba
jamás lo pudo entender.
¡Le hubiese encantado simplemente pasear con ella!!!
¡Con la Juana Letelier!!!!!



Si más allá de tu tristeza no puedes ver
y te ha costado encontrar el amor
piensa que te queda menos por recorrer
y que cuando lo encuentres será mejor.

nadie dijo que sería fácil...

domingo, 16 de octubre de 2011

La historia del Niño Javier



Javier era un niño bien dulce. Jugaba, como todos los niños; hacía travesuras, como todos los niños; maquinaba ideas locas como todos los niños... Su vida transcurría con relativa normalidad, con su cuerpo ocupado en crecer y su mente ocupada en descubrir. Se dejaba querer cuando por las noches dormía, y se dejaba querer cuando despertaba por las mañanas. Era, como dije antes....un dulce niño.

Avanzaron los años de este niño de ojos oscuros y cabello oscuro. Hubo por ahí muchos logros y también hubo por ahí muchos fracasos (como en la vida de todos los niños)... Pero no puedo aunque quisiera detenerme en ellos porque los desconozco. No obstante sé que la vida de todo ser humano está construída de esos dos: éxitos y derrotas. Por tanto, la vida de Javier tuvo que ser igual que todas las demás.

A su vida llegó un día un pajarito. La vida le había regalado un pajarito bello para que le cantara todas las mañanas. A Javier le encantaba la idea de que el pajarito que parecía tan delicado, pudiera cantarle exclusivamente a él bellas melodías por la mañana. Era atractivo que le despertara de sus aventuras nocturnas un pajarillo y no el estridente despertador. Así que compró una jaula grande y con todas las comodidades para que el pajarito viviera a gusto. El amaba a ese pajarito con todas sus ganas y creía con toda la fuerza de su alma que vivirían juntos toda la vida.

De este modo transcurrieron muchos años de cosas lindas vividas entre Javier y el pajarito.

Le contaba al pajarito todas sus penas y sus alegrías, le leía historietas. Cuando hacía las tareas de la escuela el pajarito le cantaba para concentrarse. Y cuando necesitaba silencio porque estaba enojado, el pajarito hacia como si estaba dormido, pero en realidad estaba alerta a todo lo que Javier hiciera. Cuando Javier salía a jugar a la pelota con sus amigos, el pajarito le miraba por la ventana. Y pegaba un alarido de felicidad con cada gol que el niño metía.... Eran tan felices los dos...

Sin embargo, después de un tiempo, Javier consideró que le entregaba tanta dedicación al pajarito, tanto tiempo, tanto amor, tantas comodidades, que esperaba recibir afecto demostrado a cambio: una caricia, un abrazo, un mimo... Javier quería sentir el amor que el pajarito le tenía y esperaba que fuera tan grande como el amor que él le tenía al pajarito. Y su egoísmo comenzó a enceguecerlo. No se dió cuenta que el pajarito no podía hacerle cariño porque no tenía manos, y porque no conocía la forma de exteriorizar su amor por él de otro modo que no fuera cantando por las mañanas. Y Javier comenzó a tomar distancia del pajarito.

Continuó haciendo su vida con cierta amargura por no recibir del pajarito lo que él quería recibir. Y el pajarito siguió cantándole por las mañanas con cierta desazón porque no entendía muy bien la distancia, ya que él seguía fiel a su naturaleza cantora de pajarito.... Después de todo, Javier lo había conocido como pajarito y habñia prometido amarle así tal cual: como el pajarito que era.... Entonces no entendía nada...

Javier se sentía solo. Tenía un pajarito, es cierto. Y el pajarito le cantaba todas las mañanas, pero ya no era suficiente porque él necesitaba algo más. Se sentía vacío. Estaba tan concentrado ocupándose de lo que le faltaba que muchas veces se olvidó de ponerle el alpiste al pajarito.... Y aunque este tuviera hambre, seguia cantando por las mañanas. El problema es que de tanto y tanto cantar, Javier ya no escuchaba... sus oídos se habían acostumbrado a oirlo y sus ojos a verlo...

Y llegó una gata a la casa. Javier nunca había tenido una gata. Sabía que existían pero nunca le había llamado la atención tener una... en realidad su vida estaba antes tan llena con el pajarito que no le hacía falta nada más... Pero en ese momento la gata fue una alternativa para rellenar esa soledad que estaba sintiendo. Y comenzó a alimentarla y a acariciarle atrás de la oreja. Y la gata (como hacen todas las gatas) se entregó por completo.

Esa entrega llamó la atención de Javier. Y comparó. Llevaba años atendiendo, mimando y complaciendo al pajarito y aún no recibia una caricia de su parte: sólo tenía una canción por la mañana y como si eso no fuera suficiente... era siempre la misma canción. Estaba cansado de esperar su turno en el corazón del pajarito... en cambio sólo le bastó una caricia a la gata para que la gata le entregara todo su amor, su cuerpo, sus noches, y durmiera acostado en sus pies....

De ahí en mas, todas las tardes cuando Javier llegaba del colegio, la gata lo estaba esperando. Se entretenía jugando con ella, enseñándole gracias nuevas. A veces terminaban tan cansados que se quedaban dormidos los dos y se les pasaba la hora. El pajarito dentro de su jaula sabía que algo había cambiado. Pero no sabía qué. Podía olerlo. Pero no podía verlo. Y continuaba cantando todas las mañanas.

Javier se preocupaba de que la gata no entrara a la habitación donde tenía la jaula con el pajarito. De este modo, la gata sabía que existía el pajarito y que éste era el primer amor de su nuevo amigo, pero Javier no le dejaba conocer al Pajarito, y el Pajarito intuía que había algo en la casa, pero como estaba en una jaula, no podía salir a investigar qué era.

La gata a veces desaparecía por un par de días. A Javier le encantaba su gata... tan mimosa.... tan femenina.... tan delicada en todos sus ademanes... Y, según Javier... tan fiel. Pero las gatas tienen ideas propias. Y si las llamas y ellas no quieren ir, simplemente no van. Las gatas van cuando ellas quieren, no cuando se los ordenan. Y ésta no era la excepción... La gatita tenía su hogar algunas casas pasada la esquina del vecindario, era la mascota de un hombre con mucho dinero que le compraba los mejores juguetes, el mejor alimento, y la llevaba al veterinario más caro. Javier era una entretención simpática para la gata porque lo pasaba bien con él, ya que en su casa no habían niños y se aburría soberanamente. Asi que cuando a Javier se le desaparecía, estaba en su casa con su amo, cosa que el niño inocente desconocía. Cuando se moría de aburrimiento por la rutina, la gata regresaba donde Javier. Pero su fidelidad y su lealtad estaban con su amo, el anciano rico.... Porque el le daba lo que ella queria. Y eso era lo que le importaba.

Cuando la gata desaparecía, Javier recordaba a su pajarito. Y limpiaba la jaula, lo acariciaba, le limpiaba las plumas y le llenaba los pocillos con alpiste. Se reconciliaban. Eran felices nuevamente. Pero era mas feliz el pajarito dentro de su ignorancia de la situacion... porque mientras atendia al pajarito, Javier estaba pensando donde podria estar su gata....

Y la gata... que sabia que el pajarito existia.... frente a la fogata del anciano rico pensaba como podía hacerlo para encontrar al pajarito a solas, y comérselo. Porque si el pajarito no existía, Javier sería solo suyo, completamente.

Pero un dia Javier comenzó a sentirse desencantado de las desapariciones de su gata. Y, aunque la amaba, no tenia ganas de permitirle ciertas cosas. Asi que a veces queria estar con ella porque necesitaba sus cariños, pero otras veces la rechazaba. Y la gatita buscaba su amor, pero el escapaba. Y el pajarito seguia en la jaula cantando..... debilitandose todos los dias un poco mas.

Cierto dia, Pajarito y Javier discutieron. Javier le dijo que abriria su jaula para que se fuera. Pero habian pasado muchos años, al pajarito se le habia olvidado volar y ademas por el olvido de Javier estaba muy debil para hacerlo... Javier salió enojado de la habitación sin darse cuenta que había dejado junta la puerta de la jaula... queria salir y olvidarse de la gata, del pajarito y de todo. Javier quería estar solo. Y el pajarito a mal traer, sólo con ganas de dormir hasta reponerse, cerró sus ojos llenos de lágrimas, y esperando una caricia de Javier que nunca llegaria, se quedó dormido.

La astuta gata que tenía todo calculado desde antes, encontró el momento perfecto. Nada podría estar mejor para sus planes. Con sigilo subió el mueble, con su delicada pata bien formada abrió la puerta de la jaula... y mató al pajarito. Luego de matarlo, se lo comió. Dejó las plumas en la jaula, y las patas... que no se las comió. Satisfecha con el festín, se acostó a los pies de la cama de Javier donde se largó a dormir profundamente.

Por la noche, cuando Javier regresó, se encontró con la jaula abierta llena de plumas. Y huellas de patas ensangrentadas que llegaban hasta su cama... donde estaba durmiendo la gata.

Javier lloró amargamente a su pajarito. Se dió cuenta esa mañana, que le faltaba el sonido de su canción aunque fuera la misma de siempre, porque por primera vez en muchos años, no tuvo ese sonido al despertar. Y se dio cuenta de lo vacía que estaba esa mañana sin él. Su habitación se veía diferente. Y pensaba que él había tenido la culpa de todo, porque él dejó la jaula abierta, y porque él había llevado a casa a la gata.... No dejaba de atormentarse.... Pensaba en lo que hubiese ocurrido si simplemente hubiese aceptado la frialdad del pajarito.... Y pensaba cosas que ya no podían pasar, porque el tiempo no se puede devolver. Y lo pasado, ya pasó. Todo acto tiene sus consecuencias, y ésta era la de su desición. Se culpaba por haber dejado solo al pajarito, por haber dejado abierta la puerta. Por haberse enojado. Y no se dió cuenta que la gata pudo haber decidido no comerse al pajarito. Ella sabía lo importante que era el pajarito en su vida, y decidió matarlo.... A fin de cuentas todos los gatos pueden ser celosos y traicioneros...

Echó a la gata de la casa. La gata regresó un par de días y él no le abrió la puerta. La gata no lo dejaba tranquilo, era muy insistente. Pero él no quería verla. Hasta que un día la gata se aburrió de volver. Y Javier la encontró con su amo, el viejo rico que la había criado, sentada muy plácidamente al sol. Y se dió cuenta que la gata en realidad nunca había sido realmente suya.

Y se fue a un bosque que estaba atrás de su casa en absoluta soledad a pensar. Nunca se había sentido tan solo. Lloró y sufrió mucho... extrañaba tanto el canto de su pajarito.... En el bosque cantaban muchos pajaritos pero ninguno cantaba como el suyo. Ahora le parecía el canto mas lindo de todos.

Y una paloma que estaba encaramada en un pino del bosque (y que había visto todo lo que pasó durante todos los años que transcurrieron) sintió pena del sufrimiento del niño, y comenzó a decirle así.

"Mi Querido Niño Javier...
ya no tiene sentido sufrir
pues se ha marchado ya tu querer
y nunca volverá a vivir...
Esa mimosa gata traicionera
siempre ha sido mascota infiel...
en este bosque tiene fama hecha:
tiene muchas casas donde comer.
Cuando te ibas a la escuela
tu gata afuera caminaba
por las casas de tus vecinos
porque no sólo contigo estaba.
Y mientras soñabas profundo
por la ventana salía
ya que, mi niño querido,
no sólo en tu cama dormía....
Pero Tu, Javier inocente,
en medio de tu ceguera
eras capáz de creer todo
lo que la gata dijera..
Y la puerta de la jaula
muchas veces se te quedó abierta.
Tu pajarito nunca escapó
aunque era cosa de abrir la puerta!
Un día conversamos
tu pajarito y yo...
Y me dijo que su amor era tanto
que tus mañanas arrulló
con esa música tan dulce
que salía de su voz....
Que él podía hacerse un nido
en la libertad de un arbol
pero prefería estar contigo
que vivir de tí alejado...
Que le dolían las alas
por estar tanto encerrado
pero prefería tu compañía
y saberse por tí amado...
... Mi Javier tan torpe con los sentimientos,
ese corazón tuyo tan humano....
tu pajarito pudo salvarse
pudo haber escapado...
pero prometió serte fiel hasta la muerte
cuando en esa jaula lo dejaste encerrado...

Y ahi encontró la muerte.
En las garras de ese gato.
Esperaba ese dia volver a verte
y volverte a cantar el mismo canto"....




Para ti mi querido amigo Javier....
..... Y para tu Pajarito.... Tu esposa....
.....Y para tu gata.... Tu amante...

No es siempre triste decir Adiós.



Recordando a ese buen amor que se metía a la ducha con calcetines..........

Cuando una verdad no daña a nadie pero está escondida en las profundidades del corazón, es mejor sacarla a la luz. Aunque esa verdad que antes no le hacía daño a nadie, logre perturbar la noche de alguna otra persona.

Lo que pasa contigo es que llegaste a mi existencia en el momento preciso, diciendo las palabras correctas. Con las miradas exactas y las sonrisas necesitadas. Había tanta creatividad encerrada en mi álma, deseosa de salir a la luz... y llegaste tú con esa llave maestra. Abriendo todas las puertas tantos años cerradas. Y haciéndome volar en el universo paralelo del mundo de la fantasía.

Entonces todo lo que sentí por todos estos años es en suma, comprensible. Era lo esperable tomando en cuenta todo lo que encontré enredada entre tus brazos. Pero todo tiene un límite, un final: el término de la historia.

Durante el largo camino de las existencias de todos los seres humanos, conocemos a gentes buenas y malas, que nos van acompañando en el transcurso breve de nuestro camino por la vida. De todos aprendemos lecciones que necesitábamos para continuar futuras pruebas destinadas para nosotros. Y llegado el momento, dejamos a esas personas atrás y continuamos nuestro camino. A veces la vida vuelve a cruzar los caminos..... a veces para siempre... a veces nuevamente sólo un instante..... Nadie lo sabe....

Por eso me despido. Y te voy a extrañar pero te extrañaré contenta porque te conocí. Y hay tantas personas que no te han conocido, que deberían estar tristes por ello...
Como si fueras luna, llenaste muchas veces mis noches oscuras, iluminándolas dulcemente.
Como si fueras mares, acariciaste las arenas de mi vida muchas tardes, ante el implacable sol, refrescando mis ideas, y colocándole la sal a mi vida.
Como si tú fueras rocío y yo fuera una flor, me diste agua suficiente para no morir de sed durante el dia caluroso...
Como si fueras de otoño, me hiciste dormir el dolor cuando más me dolía, permitiéndome florecer en la próxima primavera....

Como si fueras de polen, me ví atraida a tí como una abeja, trabajando todo lo que me dabas para convertirlo en miel de la que se alimentaron muchas personas.....

Y no me dí ni cuenta!

Por eso, a veces... no es triste decir adiós. Porque nunca es tan un adiós. A veces es hasta más rato.

Lo que pasa contigo es que eres diferente. Y eres, además, libre. Y buscas algo que no tengo idea qué es, pero que no tengo.

Ahora, Pintor... ya sé pintar sola. Y aunque este blog nació por la necesidad de gritar lo que sentía por tí, ha ido evolucionando en los años y ahora es un trozo de mi alma. Aprendí a pintar y no necesito que cuando trazo una línea, me tomes la mano para afirmar mi pincel... puedo continuar sola mis creaciones.

Lo que pasa conmigo es que te quiero.....
.... Te quiero totalmente, con el cuerpo y la mente. Con un amor que yo no conocía.


martes, 11 de octubre de 2011

Tierra de Nadie.



Dame más de esos besos largos. Porque en ellos me pierdo y me encuentro. Me sumerjo en el abismo más hermoso de todas mis ilusiones. Y te entrego en cada uno de mis besos, un trozo de mi vida, arrancándolo de mi como si fueran flores grandes plantadas a lo ancho y largo de una pradera que pocos conocen....

Dame más de tus caricias. De esas caricias suaves y dulces. Porque encienden mi deseo y apagan mi dolor. Porque me recuerdan que estoy viva y olvido mi pasado. Dame más caricias de tus manos para seguir sintiendo cada uno de los vellos de mi piel erizandose al contacto con la tuya...

Dame más de tus abrazos. Porque parece que voy a perderme en ellos, sepultada bajo la inmensidad de tu amor. Dame tus abrazos para ocultar sólo para los dos el lascivo instinto que oculta mi piel y que enciendes con tu presencia.

Sigue desnudándome. Sigue descubriendo lo que imaginabas. Sigue teniendo al fin lo que deseabas. Sigue develando el misterio de la Dríada que encontraste entre los bosques. Sigue tocando mis pechos con tus manos, y energizándolos con el fuego de tu mirada. Sigue viviendome a cada segundo, en cada uno de nuestros momentos....

Sigue explorándome... Conquista esta tierra nueva. Dame un Dios y una religion. Dame un idioma y bautízame con el agua de tu amor. Trázame un camino, vísteme con tu bandera, y cúbreme con tu escudo. Esta tierra de nadie que tiene grandes quebradas, mares profundos bosques impenetrables, selvas ricas, montañas exhuberantes, cuevas inexploradas, lagunas generosas, praderas y remansos para calmar tu cansancio y tu hambre.... Esta tierra sin dueño que desea ser nombrada, ser conquistada, ser poseida, ser amada. Sigue viajando por mi cuerpo y descubriendo mi geografía, y come de mi carne, bebe de mis manantiales, descansa en mis montes.... Vive de mi....

Sigue siendo una parte de mi. Y reemplazando esa parte con una parte mía. Sigue armándonos como un rompecabezas... Cada pieza en su lugar....

Dame más besos largos... Dame más abrazos dulces... Dame caricias, miradas, palabras. Dame tu piel, dame tu sudor. Dame todo aquello... Porque mañana ya no estaremos el uno frente al otro.....

Solo tenemos hoy y ahora. Mañana no existe.
Por eso, hazme el amor. No esperes más.



Esta canción es todo Tu.
"Dame una caricia, dame el corazón. Dame un beso intenso en la habitación.
Dame una mirada, dame una obsesión. Dame la certeza de este nuevo amor.
Dame poco a poco tu serenidad. Dame con un grito la felicidad
de llevarte a la cima del cielo donde existe un silencio total
donde el viento te roza la cara y yo rozo tu cuerpo al final.
Y llevarte a la cima del cielo donde el cuento no puede acabar
donde emerge sublime el deseo y la gloria se puede alcanzar.
Dame un tiempo nuevo, dame oscuridad, dame tu poesía a medio terminar.
Dame un dia a dia, dame tu calor, dame un beso ahora en el callejón.
Dame una sonrisa, dame seriedad dame si es posible la posibilidad
de llevarte a la cima del cielo donde existe un silencio total
donde el viento te roza la cara y yo rozo tu cuerpo al final...
Y llevarte a la cima del cielo donde el cuento no puede acabar
donde EMERGE SUBLIME EL DESEO... y LA GLORIA SE PUEDE ALCANZAR".....




lunes, 10 de octubre de 2011

Decir te quiero. Decir te amo.



No pretendía encontrarte. No tenía la intención de aprender nada. No quería volver a tener sensaciones ni en el cuerpo ni en el corazón. Y llegaron.

No buscaba el amor. En realidad lo había buscado durante tanto tiempo sin resultados que estaba cansada. Tal vez (según mi propia forma de ver el amor, hasta hoy) muchos amores se me escaparon porque no los vi... Porque los condicionaba a mis reglas... Porque no los dejaba fluir... Y Sólo buscaba un buen rato de sexo.

Pero encontré amor. O me encontró. Quién sabe.

Yo quería un cuerpo que me diera un momento de calor. Y encontré un alma que me dió luz.

Buscaba silencio. Y encontré mil preguntas para entretenerme buscándole respuestas.

Buscaba un abrazo. Y encontré cien mil interminables abrazos cálidos y largos.

Tenía ganas de encontrar a la muerte. Me sentía cansada, abatida, triste, inutil.... Y en lugar de eso, fui llevada a un paraíso.

Te busqué para calmar mi sed de un hombre. Y calmaste la sed que tenia de amor.

¿Se puede querer desde el principio? ¿Se puede amar de pronto?...

Ha caído a tierra fértil hoy una semilla de un gran árbol. Ese árbol puede crecer fuerte, grande, y pasar miles de años en el planeta, dando sobra a quien lo necesite, siendo el hogar de algunos animales.... Todo depende de como se cuide la semilla, y se proteja la planta cuando nazca.....

Y quiero verla crecer.


No estaba buscando.

Pero encontré.