Me detengo un momento en el maravilloso paisaje urbano de un viernes. A través de mi ventana observo las prisas, los menesteres, las tristezas y los congojos de los habitantes flotantes de la Estación Central de Santiago de Chile.
Si por mí fuera, a esta hora me encontraría calzando mis zapatillas más roñosas, con un moño loco en la cabeza, caminando entre medio de un bosque lleno de pinos y eucaliptos... Pero estoy calzando mis botas negras de tacón, y vistiendo un traje de sastre, con blusa de seda y pañuelo en la garganta, peinada con rizos que caen sobre el blazer negro con rayas grises.... Y maquillada... porque soy parte de el disfráz de la Estación Cetral. Y no soy yo. Soy la secretaria del subgerente.
Busco la entrada a mi mundo un momento para respirar.
Aquellas personas. De miradas tan tristes. De sonrisas tan escasas. De pensamientos con tantas barreras. De corazones tan lastimados. Limitadas todas a un metro cuadrado de un mundo vasto y eterno, enorme y precioso. Incapaces de empatizar con el borracho abandonado que duerme en las baldosas de al lado, orinado y hambriento, calzando dos zapatos de diferentes pares... cual de los dos, con más hoyos. Incapaces, porque han aprendido que no existen más problemas que los que tienen en sus cabezas....
La vida es tan linda. Dificil, pero linda. Si la vida fuera más fácil, no sería tan linda... sería aburrida.
Pero esas caras. Esas personas. ¿Por qué tanto dolor?...
Sólo hay un remedio para el dolor: el amor.
Me pregunto cuando mi corazón lo volverá a sentir.
Sueño en secreto con ese momento. Mi piel no ha olvidado cómo se siente amar. Y mi piel desea volver a sentirlo. y mi corazón quiere estar ocupado pensando en alguien. Y mi alma quiere ser fiel... Desea tener la obligación dulce de pertenecer a una sola persona. El vasto terreno que comprende mi mundo quiere ser conquistado. La dura cáscara comienza a agrietarse.
No falta mucho para que comience a caer.....
Siento que algo está próximo. Pero no se qué.
Soy Vasta. Contengo multitudes... Eso dijo alguien hace poco.... Pero ahora yo sólo quiero una cosa: encontrar el remanso donde descansar el corazón....
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