miércoles, 27 de abril de 2011

El árbol de la Vida



Todas las respuestas (hasta las que responden las preguntas que aún no me hago) están en el árbol. Si no las encuentro en las palabras que he escrito en cada una de las ramas, la encontraré en sus colores, en las flores o en las hojas, en el tronco o en su sombra... Pero la encontraré.

Cada una de las respuestas es como si escuchara tu voz. En realidad tener ese arbol pintado a mi lado todas las noches es como si me dieras las buenas noches y cuidaras del sueño de tu Bella Durmiente. No es una casualidad, sino una necesidad.

Los caminos, a partir de ese árbol, son tan claros, tan despejados.

Por los senderos, ahora, camino sola. Absolutamente sola por la espesura del bosque de la vida. Un sendero lleno de peligros, pero sin embargo, yo camino segura. Mi árbol tiene frases de vida, palabras que me ayudan en momentos de flaqueza.... como una especie de Libro Egipcio de los Muertos lleno de sortilegios magicos para espantar peligros. Así es mi árbol.

Has venido a enseñarme a vivir. No simplemente a existir y a respirar (como venía haciendo desde hace 29 años) sino que a vivir. Plena y grandemente......

Y así es mi árbol. Espanta las sombras, atrae la luz. Me protege de los fríos, me refresca con las lluvias. Me cobija por las noches, me libera en los días. Escalándolo logro una panorámica más amplia de la vida misma, y logro ver más allá de lo que podría con los pies puestos en el piso. Nada hay que me lastime, en cuanto a lo vivido en el pasado... mi presente es ese árbol pegado en la pared, del que aún tengo tanto que aprender.

Así pues, en esta mañana que aún no tiene la luz del sol, me dispongo a seguir caminando acompañada de este árbol sabio. Alrededor del cual la vida se abre camino.......



Hoy puede ser un gran día.
Plantéatelo así.
Aprovecharlo o que pase de largo
depende, en parte, de tí......


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