lunes, 17 de mayo de 2010

Esos locos bajitos......


Inquietos. Preguntones. Incansables. Trasnochadores. Hiperactivos. Comelones. Irritables. Manipuladores. Risueños. Juguetones. Golosos. Totalmente inmaduros. ¿Alguna de nuestras vidas sería lo mismo si no nos hubiéramos topado con uno de estos enanitos pequeños?

Todo lo que pensábamos normal, todo lo que habíamos situado en nuestro orden cósmico.... muta al llegar un hijo a nuestro mundo.

Se dan vuelta nuestras prioridades, nuestras metas y ya ni siquiera los fines de semana son como solían ser...... Volvemos a visitar (como cuando éramos niños) el Museo, el zoológico, el Planetario.... Y a sorprendernos (otra vez) con lo que ya nos habíamos sorprendido...

Volvemos a comer algodones de azúcar.... Y en el cine ya no vamos a ver las pelis de moda: ahora vamos a ver los últimos estrenos de Disney, de Dreamworks infantil.... "De los creadores de....".... Y nuestros panoramas más organizados ahora todos circulan en torno a estos soles de menos de un metro de estatura...

Sí... Porque en medio de soledades, de quebrantos, penas, amarguras... y cuando nuestro yo pesimista se toma la molestia de hacernos saber que no podemos seguir, que estamos a punto de caer.... llegan ellos con sus sonrisas de "diente por medio", y sus ojitos grandotes brillantes inquisidores, que parece que te dijeran "Nada... No pasa nada en realidad porque estamos contigo....".... Y es, sencillamente, magia...
Porque con una cosquilla en la mañana... y una carcajada desenfrenada... cualquier mal día se transforma en bueno. Porque al caminar (antes solo) de la manito con esa persona, sientes que eres importante, que esa manito gordita y chiquitita que se pierde entre medio de tu mano grande se siente protegida en ese lugar...

Si.... Esos locos bajitos que son lo mejor que trae esta vida.... Y que, como todo, van creciendo bajo nuestras miradas.... Y aprenden a comer... luego a hablar... después a caminar... después a ir al baño... luego a escribir.... luego a amar...
... Pero que, indiscutiblemente.... desde el mismo momento en que llegan a nuestras vidas... nos enseñan a vivir, a luchar, a pelear, a sobrellevar todo, a tomarlos en brazos y caminar siempre hacia adelante, a ser fuertes, y a que sea cual sea el obstáculo, siempre lo vamos a superar.... Para y por ellos.

Si. Esas cositas pequeñas que nos despiertan... Que se enferman a media noche... Que no nos dejan concentrarnos en nuestros trabajos a base de preguntas y preguntas y más preguntas.... Esos son los motores que mueven cada una de nuestras vidas.

Y el día de hoy, que no ha sido el mejor, le dedico mi publicación a mis tres motores: Sofía, Catalina y Martín... Porque a cada problema, me renuevan las fuerzas para seguir, luchar, vivir y sonreir.

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