lunes, 16 de agosto de 2010

Sedúceme....


Cada una de tus miradas. El brillo, cristalino, de esos ojos negros profundos que me observan con una hoguera que nace descontrolada... Y que, sin palabras.. alcanza a quemarme...
En tus ojos, atrapado vive el guerrero que busca victorias, lleno de pasión, furioso e impetuoso... Fuerte... musculoso... Una sola mirada... Un gesto, pequeño, con tu mirada... libera al incedio de tu interior... Y me seduces...

Cada sonrisa... Cada palabra que brota de tus labios... Cada beso dulce, inocente y casi inesperado, cada roce de tus labios en los míos que saben a madero quemándose, a calor de hogar, a embriaguéz... Cada vez que me nombras, cada vez que me llamas... Cada vez que tu voz fija mi nombre y lo convierte en palabras... Me seduces...

Y cuando tus manos vuelan y se conectan con mi piel, que te espera suave en cada momento, y cuando me dejas dibujar las líneas de tu cuerpo con mis dedos... Cuando te susurro cosas en el oído... Y mis labios encuentran la línea de tu cuello para ir en cada beso al encuentro con tu espalda, mientras mis manos se pasean descubriendo tu pecho... Y tu cabeza, entregada a mi locura, vuela apoyada en mis alas... a cada beso y a cada contacto, a cada roce, mientras nuestras pieles comienzan a sudar, mientras nuestros rostros comienzan a encontrarse y no son necesarias las palabras... Cuando me regalas tu entrega tan transparente... Me seduces....

Cuando me dejas conocerte. Cuando me permites tenerte... Me seduces... Y me regalas una escalera para sentarme en los cuernos de la luna...

"Todo lo que eres. Todo lo que serás. Tocas el centro del amor tan profundamente en mí... con cada suspiro de la noche... con cada lágrima que derramas... me seduces...
Y todo lo que soy. Y todo lo que seré no será nada si no puedes estar conmigo... Con tu beso más inocente... y con tus dulces caricias... Me seduces...."